Diógenes de Sinope

Seguro que has oído hablar del síndrome de Diógenes, es una de esas patologías extrañas que llevan a la gente a acumular basura y a alienarse de su entorno.

Si no te suena, he aquí la presentación en Wikipedia:

El síndrome de Diógenes es un trastorno del comportamiento que se caracteriza por el total abandono personal y social, así como por el aislamiento voluntario en el propio hogar y la acumulación en él de grandes cantidades de basura y desperdicios domésticos. Afecta, por lo general, a personas de avanzada edad que viven solas. 

Ok, hasta aquí correcto, pero ¿nunca te has preguntado quién fue Diógenes?

Te lo hayas preguntado o no, si sigues leyendo hallarás la respuesta.

¿Quién fue Diógenes?

Diógenes fue un filósofo griego que vivió entre los siglos V y IV a.C. Fué discípulo de Antístenes, fundador de la escuela cínica (que a su vez fue pupilo de Sócrates).

La escuela cínica reinterpreta la doctrina socrática y considera que la forma de vida de la civilización es un mal y que la felicidad se alcanza siguiendo una vida simple de acuerdo con la naturaleza. Desprecia las riquezas y cualquier preocupación material.


Dato curioso: cínico viene del griego κύων: ‘perro’, les llamaron así debido a su frugal modo de vivir... los perro-flauta de la época, oigan XD 

La descripción de Alcifrón de un cínico no tiene desperdicio:

“Es un espectáculo horrible y penoso de ver, cuando agita su sucia melena y te mira insolentemente. Se presenta medio desnudo, con una capa raída, una bolsita colgante y, entre sus manos, una maza hecha de madera de peral silvestre. Va descalzo, no se lava y carece de oficio y beneficio. No quiere saber nada de su hacienda ni de nosotros, sus padres, sino que, por el contrario, nos reniega, pues afirma que todas las cosas son obra de la naturaleza y que la unión de elementos es la causa de la generación y no los progenitores. Evidentemente, desprecia el dinero y aborrece el cultivo de la tierra. No tiene sentido de la vergüenza y el pudor se ha borrado de su rostro.”

Se ha despachado agusto ¿eh?


Pero volviendo a Diógenes, digamos que este filósofo buscaba vivir con la menor cantidad de bienes materiales posible, se cuenta que sus únicas pertenencias eran un manto, un báculo, y un zurrón con una escudilla y un cuenco dentro, y que un día se deshizo de la escudilla y del  cuenco al ver a un niño comer unas lentejas sobre una hoja usando el pan como cuchara y recoger el agua para beber con sus manos y darse cuenta de que ambos utensilios no eran indispensables.

También se dice que cuando estuvo en Atenas vivía en una tinaja:

Diógenes sentado en su tinaja. Jean-Léon Gérôme (1860).

Irónicamente, su padre fue banquero y tanto él como su padre fueron desterrados de Sinope por haber fabricado monedas falsas.


Diógenes, como otros cínicos, no dejó obra escrita, así que se conoce más cómo era su vida que su filosofía propiamente dicha.

Se dice que no le daba valor alguno a la propiedad, que enseñaba que el robo era admisible, ya que "todas las cosas son propiedad del sabio", que la virtud consiste fundamentalmente en la supresión de las necesidades; que la sociedad es el origen de muchas de estas necesidades y que pueden evitarse mediante una vida natural y austera; sentía aprecio por las privaciones, al punto del dolor, como medio de rectificación moral.

También se le considera inventor de la idea del cosmopolitismo, porque afirmaba que era ciudadano del mundo y no de una ciudad en particular.

Frases de Diógenes para la posteridad

Como te decía antes, no queda mucho de su filosofía ya que se centró más en vivir de acuerdo con sus convicciones que en dejarlas por escrito, pero a través de sus discípulos sí que han perdurado algunas.

"El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe".

"Es preferible la compañía de los cuervos a la de los aduladores, pues aquellos devoran a los muertos y estos a los vivos".

La historia cuenta que un ateniense, impresionado por el grado de pobreza en el que vivía Diógenes, se le acercó y le preguntó: “¿Por qué la gente da dinero a los mendigos y no a los filósofos?". Diógenes pensó un momento y luego le respondió: “Porque piensan que, algún día, pueden llegar a ser inválidos o ciegos, pero, filósofos, jamás”.


Y hasta aquí la curiosidad del día... ¿Conocías a este peculiar filósofo?

Fuentes:
Wikipedia
ABC

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